La Legislación Ambiental
La legislación
ambiental o derecho ambiental es un complejo conjunto de tratados,
convenios, estatutos, reglamentos, y el derecho común que, de manera muy
amplia, funcionan para regular la interacción de la humanidad y el resto de los
componentes biofísicos o el medio ambiente natural,
hacia el fin de reducir los impactos de la actividad humana, tanto en el medio
natural y en la humanidad misma.
El tema puede ser dividido en dos áreas
principales: control de la contaminación y la remediación, y
conservación de los recursos y la gestión. Las leyes que tratan con la contaminación
son a menudo medios de comunicación limitados – es decir, pertenecen sólo a un
solo medio ambiental, como el aire, el agua (ya sean aguas superficiales, aguas
subterráneas o los océanos), suelo, entre otros, y controlan tanto las
emisiones de contaminantes en el medio ambiente, así como la responsabilidad
por exceder las emisiones permitidas y la responsabilidad de la limpieza.
Las leyes sobre conservación de los recursos
y la gestión se centran generalmente en un solo recurso – por ejemplo, los
recursos naturales como los bosques, yacimientos minerales o animales, o más
recursos intangibles tales como las zonas especialmente escénicas o los sitios
de alto valor arqueológico – y proporcionan directrices y limitaciones sobre la
conservación, alteración y uso de esos recursos. Muchas leyes que no son
exclusivamente “ambientales” sin embargo, contienen importantes componentes del
medio ambiente e integran las decisiones de política ambiental. Las leyes
municipales, estatales y nacionales en materia de desarrollo, uso del suelo y
la infraestructura son algunos ejemplos.
El derecho ambiental se nutre de la
influencia de los principios del ambientalismo, ecología, conservación, administración, responsabilidad y
sostenibilidad. Respecto al control de la contaminación en general, las leyes
tienen por objeto (a menudo con distintos grados de énfasis del autor) proteger
y preservar el ambiente natural y la salud humana. La conservación de los recursos y las leyes de
equilibrio general de gestión (una vez más, a menudo con distintos grados de énfasis)
tienen como beneficios la conservación y la explotación económica de los
recursos. Desde una perspectiva económica legislación ambiental puede ser
entendida como interesada en la prevención de las externalidades presentes y
futuras, y la preservación de los recursos comunes del agotamiento individual.
Las limitaciones y los gastos que tales leyes pueden imponer sobre el comercio
y los beneficios no cuantificables a menudo (no monetarios) de la protección
del medio ambiente, han generado y siguen generando gran controversia. Dado el
amplio alcance del derecho ambiental, no hay una lista totalmente definitiva de
las leyes ambientales.